Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

domingo, 21 de marzo de 2010

Made in París


París, ¡oh París!. Allí nací yo. Allí nacieron mis padres. Y los padres de mis padres también. Allí pasé mi infancia y la verdad, tengo muy buenos recuerdos de aquel lugar.
Nunca, jamás podría olvidar su nombre, París, es que atrae, es un nombre que atrae, como un imán. Oyes esa palabra y quieres ir, conocerlo, quedarte allí. Yo no pude quedarme, pero volveré.
Adoro sus monumentos, pero no sólo eso, también adoro sus calles, sus gentes, sus tiendas...TODO.

Cuándo era muy pequeña e iba al colegio tenía un escondite con unos amigos. Era un lugar alejado de todo, alejado de la gente y de los turistas, era mi pequeño París. Me encantaba porque desde allí lo podía ver todo, pero nadie me podía ver a mí. Presenciaba besos de película y discusiones que terminaban en lágrimas. A veces reía, otras me sonrojaba y otras muchas lloraba, pero no de tristeza, porque en París no se puede llorar de tristeza, lloraba de alegría.
Seguramente que penséis que se puede llorar de tristeza, como en todos los lugares, pero no es así. Es un lugar mágico y está prohibido llorar de tristeza, está prohibido no reír a carcajadas y está prohibido no sonreír cuando vas por la calle. Totalmente prohibido.

El día que me fui lloré...de alegría. Por un lado me daba un poco de pena dejar todo aquello, era mi sitio, allí había nacido y había hecho mis primeras amistades. Pero por otro estaba feliz, porque iba a conocer un lugar nuevo, porque sabía que volvería a París, porque iba a subir en avión por primera vez, porque había patatas para cenar, porque mi casa iba a estar junto a la playa y yo nunca había visto el mar, y por mil cosas mas.

Así que si yo no lloré al irme, nadie puede llorar de tristeza en París.

3 comentarios:

  1. Primero que nada, te comento que me ha encantado tu blog! Hermoso lo que escribes.
    Sobre esta entrada, me encantaría ir a Paris!
    Pasé un año a la vuelta de la esquina (en España), pero era tan pequeña que jamás habrían pensado en llevarme.
    Ahora, que en el secundario me toco estudiar el idioma Frances...me dieron unas ganas impresionantes de conocer tal lugar!!

    No dudo en absoluto de su magia...


    Saludos

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  2. Me encantaa preciosaa! :)
    Un besoo

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  3. pues a mí eso de las prohibiciones no me gusta nada de nada. ¡yo me río si me da la gana!



    (mimoenlamejilla)

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