Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

martes, 1 de junio de 2010

Ana siempre ha sido rubia.


Cáncer. Palabra que resuena en tus oídos. Sonrisas forzadas. Palabra que provoca despedidas. "Todo saldrá bien". Lágrimas.
Cáncer. Esa palabra que se pasa por tu cabeza cada vez que hablas con ella. Ella es Ana. Ana tiene cáncer.

Conocí a Ana una tarde de verano, y desde esa tarde somos casi inseparables. Pequeña parisina de ojos negros y pelo rubio. Sí, también era de París. Sí, era una niña parisina rubia.

Hace dos días estuvo tirada en la cama a mi lado.
-Tengo cáncer.
-¿Qué?- me quedé bastante sorprendida y la miré asustada.
-A veces, uso lentillas azules- soltó una pequeña risa.
-Yo he llevado extensiones- pensé que haríamos como si esa palabra no hubiera sido pronunciada...cáncer...hacía daño solo oírla.
-Puedo pasarme toda una tarde chupando el palo de un helado.
-Meto los dedos en el bote de Nutella- reí.
-Me gustan los chistes que no hacen gracia a nadie.
-Van dos y se cae el del medio...-nos reímos, juntas.
-Y siempre he querido volar.
-Yo hablo con Pete, él me entiende.
-Estuve un tiempo enamorada de Sergio.
-Menudo payaso.
-Me dan miedo los payasos.
-Corto la pizza en cachos pequeñitos con los dedos.
-¡Yo también!
-Me gusta correr por la playa descalza.
-Umm. A mi me gusta meterme debajo del agua, no se oye nada, tranquilidad, silencio, soledad...
-Escucho la banda sonora de Amelie cuando me siento sola. -busqué el disco entre los cajones y se lo dí - Todo tuyo.
-Al principio, me caías mal.
-Lo sé. Siempre he pensado que eres rubia de bote.
-Lo sé. No soy rubia de bote.

Estuvimos riendo durante largos minutos, ¡no!, durante largas horas. Creo y siempre creeré que reíamos por no llorar...
-No se que haría sin ti- dijo mirando el disco de Amelie que la había dado.
-Umm....mañana vamos a la playa.

-Seguramente penséis que nada fue igual desde ese día. Todo sigue igual desde ese día.
-Lo único que ha cambiado desde ese día, es que Sergio ya no es el protagonista de mi diario.

2 comentarios:

  1. se me han puesto los pelos de punta. Y una sonrisa en la cara. Ana es fuerte, un ejemplo raro de valentia.

    Un beso! y no pares de escribir así nunca :)

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  2. Por lo menos ya no "pierdes" tiempo escribiendo sobre Sergio... que un amor así es como una cicatriz que nunca sana. Pero Ana... que ejemplo!
    Abrazos, y me encanta leerte =)

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