Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

martes, 23 de noviembre de 2010

Perdernos en Nunca Jamás


Hoy es un día de esos de manta y peli. Llueve y hace frío, se oye el sonido del viento y sinceramente... me parece precioso. Es un día bonito, algo nublado, pero bonito.
Mañana no tengo clase, se van a una excursión y como estoy algo resfriada, mi madre me ha prohibido terminantemente perderme en medio de un bosque para ver lugares fantásticos...Nunca había odiado tanto un resfriado.


Mario viene a verme, desde que me resfrié no se ha apartado de mi en ningún momento. Aún corriendo el riesgo de contagiarse y morir por una mutación del resfriado, se ha quedado a mi lado... es como un superhéroe. Se que suena exagerado, pero nadie sabe lo que es capaz de hacer un resfriado enfadado dentro de un chico guapo.
-Tengo una sorpresa.
-Chocolate...
-Para estar resfriada, tienes el olfato demasiado bien -se echó a reír y me dio unas trufas, que por cierto, me encantan.
-No se por qué me traes esto...
-Porque hoy estas sentimental.
-¿Qué estoy cómo? -me empecé a reír mientras me tapaba la boca para que no se me salieran las trufas.
-Sentimental.
-Mentira... ¿de dónde sacas esas cosas?
-Tienes a Greenday de fondo, has cogido la manta roja, te has puesto los calcetines a rallas y no haces más que mirar por la ventana la forma en que la lluvia golpea el asfalto.

Maldita sea, me conocía demasiado bien en tan poco tiempo. Y tenía razón, hoy es uno de esos días en que escribes ñoñerias y fantaseas con cualquier cosa, uno de esos días en los que solo te apetece acurrucarte en la cama y escuchar greenday. Mirar por la ventana, ver que la lluvia que cae y comenzar a contar las gotas que salpican la ventana, una a una. Uno de esos días en los que te cuesta hablar, porque no sabes que decir, esos días en los que comes muuuucho más chocolate de lo normal y en los que ves películas de amor una detrás de otra, películas para llorar, sonreír, fantasear, películas en las que perderse...
-Idiota.
-Te quiero.
-Ven aquí anda, que voy a contagiarte un poco -y empecé a reír.

-Si me contagias tú, no me importa - se metió en la cama conmigo y nos acurrucamos bajo las mantas. Se estaba bien allí, escuchando el ritmo de su corazón...Bumbum, bumbum.
-Me gustan las arrugas que te salen junto a los ojos cuando sonríes.
-Pues entonces sonreiré mucho - y le besé.

-Tengo otra sorpresa.
Salimos de debajo de las mantas y se fue a la televisión. Y justo cuando pensaba que ya íbamos a ver una película de amor, para llorar y acurrucarnos, salió el título: "Peter Pan".
-Me encanta esta película, gracias por traerla.
-Quiero perderme contigo en Nunca Jamás, Oli.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Cumpleaños feliz, muy feliz.


Sábado, comienza mi cumpleaños... y sinceramente, tiene pinta de ser el mejor cumpleaños de mi vida. Mesas esparcidas por un sótano olvidado, que creo que esta noche estará lleno de vida... globos y confeti por todas partes, una piñata enorme, cantidades excesivas de comida, bebida, risas, chistes, cosquillas, fotos, amor...cantidades excesivas de años.
Nada más y nada m
enos que 17, y pensareis que soy idiota, porque me queda mucha vida por delante.. pero hay tantos momentos que ya he perdido para siempre... Pero bueno, es mi cumpleaños, y Sara y Ana han estado toda la tarde en mi casa preparándolo todo y leyendome "el protocolo" que se resume en una frase: "Vive hoy, como si fuera el último de tus días"
Y ahora que me pongo a mirar la frase, creo que es algo que voy a aplicar a mi vida para todos y cada uno de los días que me quedan por vivir.

-Oh dios mio, me encanta el vestido que te has comprado.

-¿Si verdad? Me encapriché de él.. tenía que ser mío. A mi me gustan los volantitos del tuyo. - Ana llevaba un vestido de volantes color morado y el de Sara era con lunares azul marino sobre una tela blanca.
-Oliviaaaaaa, sal ya que queremos verte. Estamos hartas de auto-alabarnos.

-Voy voy, es que este estúpido pelo de aquí... - mi pelo era un desastre, espero que la gente se fijara más en el vestido.. era negro, me gusta el negro y lo simple. Así que era negro y simple.
-Estás preciosa, nunca había visto una pelirroja tan atractiva...-Ana comenzó a aplaudir.
-Tu eres mi rubia favorita - La hice una reverencia riéndome.
-Y a las castañas... que nos den.
-¡Besos! ¡A las castañas que os den muchos besos! - y nos tiramos encima de Sara riéndonos.
-Creo que va a ser el mejor cumpleaños de mi vida...
-De nuestras vidas... hasta que llegue el mio, claro, que lo superará todo- Sara me guiñó un ojo.
-El mio.. lo superará todo todo- y Ana nos sacó la lengua.- Por cierto, ¿le has dicho algo a Sergio?
-Pues.. claro, no iba a invitar a todos mis amigos y a él no..

-Ya, pero quizás se moleste. - Ana agachó la mirada, seguía siendo muy amiga de Sergio.
-Pues si se molesta que se aguante - Y Sara.. bueno, Sara era Sara.
-No seas burra. Además no creo que se moleste, aclaramos nuestras cosas. Le conté lo de Mario y quedamos como .. conocidos.
-Hablando de Mario... ¡pedazo de regalo!- Y Sara empezó a saltar por la habitación.

Sara no seas aguafiestas!
-Si no la voy a decir nada...- e hizo señal de echarse la cremallera en sus labios.

-Quiero que sea una sorpresa... pero realmente, con él me es suficiente. - Y me quedé embobaba, pensando en sus ojos, su pelo, su sonrisa, sus orejitas, sus palabras, sus mimos.. su todo. Le amaba de arriba a abajo, deditos de los pies incluidos.

Sara y Ana empezaron a
reírse al verme, y yo, al verlas a ellas, seguí riéndome...
Tres tontas en una habitación riéndose del amor. Ya os podéis imaginar la cara que se le quedó a Chema cuando entró y nos vio esparcidas por la cama riendo como nunca.

-No se por qué, imaginaba encontraros así...
-¡Idiota ! -Y Ana le tiró un zapato.
-Anda, vestiros... que vuestros príncipes os esperan abajo.
-Pues digales a los príncipes que se vayan, que nosotras queremos piratas. - Y Sara le tiró otro zapato.
-Piratas no, prícipes tampoco... ¡mosqueteros!. - Y todas seguimos riendo, mientras Chema bajaba la escalera para informarles a nuestros príncipes que diesen la media vuelta.

D
espués de esto, la noche continuó con normalidad, con muchas risas y otras tantas fotos. Y no fuimos como la tonta de Cenicienta, sonaron las 12 y seguimos allí, porque era cuando realmente empezaba la fiesta. Dieron las 3, las 4, las 5, y las 6.. Y después de que soplara las velas unas 20 veces, y el último invitado se marchara. Me quedé con mi mosquetero, abrazada a él en un rincón, susurrandole al oído lo mucho que le quería.

-Más te quiero yo. - y pasado un rato, se alejó de mi, me miró a los ojos y se echó a reír. - Con todo el ajetreo de la fiesta, incluso se me ha olvidado darte tu regalo.
-Estar contigo es el único regal
o que podría haber deseado, y lo tengo.
-Creo que este te gustará...-y se metió las manos en los bolsillos.
-Bueno, sorpréndeme.
-Estas navidades, no hagas planes. He estado hablando con tus padres y con los mios...

-¿Y bieeeeeen? - estaba nerviosa, muy nerviosa...¿que diantres me había regalado?

-Pues que después de decirles 245 la palabra "por favor".

-Si...
-He conseguido...

-¡Venga! - le pegué un empujón- dímelo ya.
-Nos vamos a Berlín.
-¡¡BERLIN!!

Y con un espasmos de éxtasis por la noticia, y el beso más largo en la historia de mis 17 años.. se terminó mi
cumpleaños. A las 6 y 18 minutos de la madrugada del Domingo 7 de Noviembre. Unos números que para algunos significan muy poco, y para otros, muy mucho.