Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Soy fan de tí

Y es que no hay nadie mejor como Sidecars para describirlo. Porque soy fan de ti, de tu manera de vestir, de tus excesos de maquillaje y de verte sonreír.
Ana, te quiero. Y soy fan de ti, de tu optimismo, de tus ganas de vivir y de tu pelo. Que son muchas las cosas que hemos pasado. Soy fan de ti, de ti y de tus circunstancias. De ese misterio que te envuelve, y de esa magia con la que conquistas a cualquiera.

No cambiaría nada de lo que hemos pasado. Viajes, unos más cortos, otros más largos ¿recuerdas la playa? ¿y el frío de marzo? Barcelona, Andalucía, Madrid, Zaragoza... tantos sitios dónde perdernos, tantos dónde nos hemos encontrado. Verte oculta tras una capa de chocolate por las calles de Madrid, o con unas ojeras hasta los pies por las playas de Granada son experiencias que no sería capaz de sustituir ni por todo el oro del mundo.

¿Recuerdas nuestras peleas absurdas? Yo no, solo recuerdo las reconciliaciones. Tu primera calada a un cigarro con cara de asco, y el vicio del verano. Todos y cada uno de los bailes ridículos que nos hemos montado, todas y cada una de las frases absurdas que han salido por tus labios, y por los mios. Las noches en mi casa hasta las tantas de la mañana. Y en la calle hasta las tantas de la mañana. Y en esa absurda discoteca hasta las tantas de la mañana. Y en esa plaza. Y en ese pueblo. Y los madrugones con resaca. Qué tu y yo nos sabemos de memoria aquello de "noches de desenfreno, mañanas de ibrupofeno"
Tus borracheras, acompañadas por las mías. Tus te quieros, tus guiños de ojos y tus abrazos, que siempre están ahí aunque creas no necesitarlos (porque siempre los necesitas) Que eres mi rubia, mi pequeña rubia. Tus "yo no voy borracha, es que ando así" y mis "los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, y esta noche, voy borracha y te digo que te quiero"

Ana, que sacas lo mejor de mí, incluso cuando estoy en el hoyo más profundo del mundo. Que cuando parece que todo está más negro que el firmamento apareces con tu melena rubia y sacas el sol en cualquier lugar.
Te doy las gracias en todos los idiomas, y te digo que hoy te necesito, más que nunca.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Malas decisiones hacen buenas historias




Dame tiempo, todo el tiempo que puedas. Te quiero, y eso nunca lo voy a negar, pero necesito tiempo. Llámame tonta, o irracional, o estúpida. Llámame todo lo que te apetezca, pero no dejes de quererme.
Quizás sea algo egoísta, posesiva o incluso avariciosa. Quizás me esté equivocando, me esté precipitando hacia el vacío. Quizás haga mal. ¿Pero quién me puede asegurar que no hago bien?

Lo siento, me queda mucha gente que conocer, muchos lugares que visitar, muchas sonrisas que coleccionar, muchas cosas que hacer, muchos abrazos que ofrecer y muchos besos por dar. ¿No lo entiendes? Yo tampoco lo entiendo muy bien. Bipolaridad lo llaman algunos, gilipollez otros. Yo simplemente te digo que no puedo más. Que te quiero, si. Pero no quiero estar contigo.
Quiero salir por ahí, emborracharme, tener todos los amigos que me quepan en el bolsillo, desfasar junto a ellas, romper tacones y arrepentirme al día siguiente. Y a tu lado, no puedo hacer nada de esto.

Me dices que te estoy perdiendo, que no me comprendes, que me quieres, que no llore y que no sea tonta. Que no sabes que hacer, pero que eres capaz de hacer cualquier cosa para no dejarme ir. Pero necesito salir de aquí, dejarlo todo atrás, decirte adiós, disfrutar. Y con esto no quiero decir que contigo no disfrute, es solo que me hundo en ti, y de ahí no salgo. Y necesito respirar.

La lluvia inunda mis pestañas mientras tu intentas besarme. No, esta vez no. Eso era antes, un beso lo arreglaba todo. Pero son demasiadas diferencias, yo quiero vivir mientras tu ya crees haberlo vivido todo.
No quiero que pienses que no te quiero. Porque te quiero. Pero probablemente conozcas a alguien que te quiera más que yo. No te convengo, no soy como tú. No sigo las normas, y me encanta el humo de mi cigarro. No pienso cambiar por ti, ni por ti ni por nadie. Soy pelirroja, y si no te gusta, te aguantas. Me gusta el ron, y no puedes impedirme ir a festivales musicales. Adoro bailar, reírme, gritar y sonreír a desconocidos. Y no pienso quedarme sentada en la barra de aquel estúpido bar junto a ti.

Olvida todo lo que te he dicho antes, olvídalo todo. Olvídate de mi.


-Bueno pequeños, puede que esta no sea ni mucho menos la mejor decisión de mi vida, pero muchas veces, las malas decisiones hacen buenas historias. Y aunque yo os contase todas las cosas buenas con David, también había cosas malas.